viernes, 4 de marzo de 2016

No todo es lo que parece ser

Las apariencias a veces engañan. Detrás de una persona borde se puede esconder cualquier tipo de historia. 
Casi siempre, tendemos a juzgar a las personas por su apariencia, y no esperamos a conocerlas. Y es que, la apreciación externa qu hacemos sobre una persona, no siempre es la correcta.

La apariencia es como los demás nos ven y nos perciben: El vestuario, la forma de hablar, como actuamos… pero no podemos reflejar con ella lo que realmente queremos expresar.

Pero cuando conocemos de verdad a una persona, compartimos con ella nuestros pensamientos y descubrimos realmente, la personalidad de cada uno.

Cuando vemos a una persona por primera vez, observamos su aspecto externo. Nos fijamos en su ropa, en su rostro, en sus complementos…y deducimos como es esa persona. Y es que tendemos a juzgar sin conocer.

Cada uno es el responsable de remediarlo ya que, si entablamos una amistad con una persona, vemos como es ella de verdad.






La bella no juzgaba a la bestia por su apariencia. Simplemente se paró a conocerlo y lo quiso tal como era.


A veces, no nos damos cuenta de lo encantadora que puede ser una persona si la conocemos. Porque solemos fijarnos en el aspecto externo. Las apariencias engañan, y eso, es una realidad.




 

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